Razones para creer

Cuando te sientas herida, rota y perdida, caminando sin rumbo, sumida en un mar de dudas, cuando no veas la salida, recuerda que yo siempre estaré ahí. Si te sientes frágil, vacía y sin ningún motivo por el que seguir adelante, piensa en todas las barreras que superamos juntos. Cuando necesites encontrar tu camino, una razón por la que vivir, un momento para sonreír, busca en tu corazón todos los sueños que una vez te prometiste conseguir. Cuando te sientas sola, ausente y dolida, recuerda cada abrazo en esos días grises. Si ves que tu mundo se desmorona, que todo se ha venido abajo de la noche a la mañana, que estás encerrada bajo llave sin poder salir, mira en tu interior y busca esa fuerza, esas ansias de libertad, lucha por salir de allí con todas tus fuerzas, sin importar el resultado, solo inténtalo. Entonces llegará un momento en que ya no puedas más, en que lo hayas dado todo sin saber muy bien cómo, solo sabes que luchado por escapar y sobrevivir, y es en ese  instante cuando lograrás salir, cuando te encontrarás a ti misma y a esas fuerzas perdidas. Ya no hay miedo ni dolor, miras a tu alrededor con unos ojos diferentes desafiando al mundo, abriéndote a él. Y de pronto una imagen aparece en tu mente; esa persona, la que con su voz logró darte motivos para luchar, para que salieras tú sola de aquel camino y forjaras el tuyo propio, la que te dio razones para creer y armarte de valor, para reconstruirte haciéndote cada vez más fuerte. Y simplemente se te ocurre una palabra para ella: Gracias

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