Dependientes.

Sentada en un banco de un pequeño parque, rodeada de gente increible, cuando alguien suelta "yo no dependo de nada ni de nadie"

No considero a la raza humana independiente, para nada. Creo que nadie sería capaz de vivir sin algún motivo, de ahí los "no tengo nada que me detenga aquí". Pensadlo, todos dependemos de algo, la gran mayoria de alguien, y no, no es triste.
Hemos sido creados así, quitemos la palabra "vivir" por la de "convivir" que es más adecuada para lo que realmente hacemos. Me hablan de esa gente que se pasa años en soledad en sitios idos de la tierra, pero eso, años, acaban volviendo, o muriendo allá donde estén.
¿Por qué nos empeñamos tanto en demostrar que no dependemos de nada o más acertadamente, de nadie? ¿Querrías vivir en un sitio sin tener a nada ni a nadie? Es más, ¿vivirías en un sitio así?
Levántate por la mañana, abre la ventana y piensa en todo lo que puedes hacer ese día. Un nuevo día despierta cargado de oportunidades y puertas que esperan ser abiertas. Por un día olvídate de todos los problemas, toda la gente, olvídate del mundo, de sus vida y piensa en ti, en ser feliz. Mírate en el espejo y piensa en todos aquellos estúpidos que pudieron tenerte y te dejaron marchar. Abre el armario y elige lo mejor que tengas, no para demostrarle al mundo lo que vales, sino para sentirte bien contigo misma. Hoy es tu día, el día en el que vas a comerte el mundo de un bocado y a beberte cada sonrisa de un sorbo. Se acabaron las dudas, las inseguridades y los escudos, hoy te toca vivir a ti. Eres como eres, eres lo que eres y solo tienes que tener presentes tres cosas: de dónde vienes, a dónde vas y con quién quieres hacer el camino. No dejes que nadie te amargue la vida, porque solo son dos días y hay que disfrutarlos al máximo, ya que un día estás arriba y al otro estás abajo. Marca las normas así nunca perderás, es tu juego; camina pisando fuerte segura de ti misma. Ríe, siente, salta, grita, baila, canta, sonríe, llora, disfruta...vive.

Razones para creer

Cuando te sientas herida, rota y perdida, caminando sin rumbo, sumida en un mar de dudas, cuando no veas la salida, recuerda que yo siempre estaré ahí. Si te sientes frágil, vacía y sin ningún motivo por el que seguir adelante, piensa en todas las barreras que superamos juntos. Cuando necesites encontrar tu camino, una razón por la que vivir, un momento para sonreír, busca en tu corazón todos los sueños que una vez te prometiste conseguir. Cuando te sientas sola, ausente y dolida, recuerda cada abrazo en esos días grises. Si ves que tu mundo se desmorona, que todo se ha venido abajo de la noche a la mañana, que estás encerrada bajo llave sin poder salir, mira en tu interior y busca esa fuerza, esas ansias de libertad, lucha por salir de allí con todas tus fuerzas, sin importar el resultado, solo inténtalo. Entonces llegará un momento en que ya no puedas más, en que lo hayas dado todo sin saber muy bien cómo, solo sabes que luchado por escapar y sobrevivir, y es en ese  instante cuando lograrás salir, cuando te encontrarás a ti misma y a esas fuerzas perdidas. Ya no hay miedo ni dolor, miras a tu alrededor con unos ojos diferentes desafiando al mundo, abriéndote a él. Y de pronto una imagen aparece en tu mente; esa persona, la que con su voz logró darte motivos para luchar, para que salieras tú sola de aquel camino y forjaras el tuyo propio, la que te dio razones para creer y armarte de valor, para reconstruirte haciéndote cada vez más fuerte. Y simplemente se te ocurre una palabra para ella: Gracias